miércoles, 23 de enero de 2013

¿Quiénes son los apátridas? Luis Carvajal, Ch. @luiscarvajaltv http://sucreysugente.blogspot.com/ Desde tiempos inmemoriales quienes creen tener la razón de las política social, han esgrimido un sentimiento patriótico con sentido de pertenecía sobre la residencialidad de la patria y la adjudicación de esta, subscrita a valores emocionales y filosóficos en una inequívoca orientación. La historia les pertenece y la escriben de acuerdos a sus intereses. Parámetros únicos que nos ha conducido a visiones odiosas y xenofóbicas, que han lanzado a epílogos de la sociedad por un sólo pensamiento, una sola voz, un mando único de sesgados criterios, un solo medio, una sola patria, un comandante Presidente, una abyecta hegemonía, sin punto, ni coma. Un apartheid político e ideológico arropado con una concepción religiosa monástica, casi musulmana, castrense y estalinista, similar a la practicada en la Alemania Nazi de la conducta humana respecto a su acción social. Según la elementalidad teórica de wikipedia una persona apátrida es aquella que no es reconocida por ningún país como ciudadano. En efecto, muchos millones de personas en el mundo están atrapadas en este limbo legal, disfrutando solamente de un acceso mínimo a la protección legal o internacional o a derechos básicos tales como salud y educación. Pudiéramos, por lo menos preguntarnos si esa mínima norma o comportamiento se cumple en nuestra tierra, llamada ahora República Bolivariana de Venezuela, donde el desempleo es el mayor problema de los jóvenes profesionales, seguida por la inseguridad. Este binomio es una de las variables para generar patria, es decir, valor agregado como la nacionalidad, la territorialidad, capaz de brindar bienestar, progreso, sosiego y paz, verbigracia de la clase dirigente, que en el caso venezolano registra récord de 19,2 %, de desempleo durante el año 2003. Vale decir que mismo se impuso en el marco de una aguda crisis política, consecuencia de la visión hegemónica presidencial, propendida por una huelga nacional durante 63 días, que marcó la vida de muchos connacionales, vilmente excluidos, lanzados en un apartheid intolerante, a un macartismo y sobrevenido exilio dictado en la lista de Tascòn o Maisanta Es menester; necesario puntualizar sobre el ritornelo discurso, que por reiterativo y pertinaz, pudiera matrizarce como verdad incierta. Me refiero a los verdaderos Apátridas, quiénes son. De acuerdo a la acepción, asumida por La Comisión de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), deviene de quien usurpan, despojan de identidad y significación de aquellos ciudadano convertidos en parias, que no tienen patria por lo tanto carecen de documentación, esto pasa con los padres que viajan a otros países ilegalmente, tienen hijos, y tampoco pueden legalizar su nacimiento; y los niños pasan a ser apátrida o sea sin un país que los reconozca como ciudadanos. Esta realidad creada por perversión ideologizantes; y afirmaría ideotizantes de regímenes absurdos: el cubano, el venezolano, entre tantos, que preeminencia la politiquería y el fanatismo ortodoxo al deber ser. De manera, que quien induce y adopta la conducta, es obviamente quien crea la apatricidad como lo evidenció Hitler, quien descargó y condujo a toda una sociedad hacia un mundo de indescriptible desolación. Nuestra vigente Constitución es taxativamente clara al respecto y pone en evidencia a los reales apátridas. El Título I sobre los Principio Fundamentales en el Artículo 1 deja sentado que la republica Venezolana es irrevocablemente libre e independiente y fundamenta su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia y paz internacional, en la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador. Son derechos irrenunciables de la Nación la independencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad, la integridad territorial y la autodeterminación nacional. Esta norma, al igual que expresada por el constituyente en el Artículo 2. , donde se precisa a Venezuela constituida en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político, lo cual constituye el marco referencial, para el abordaje medular de nuestra carta magna en el Artículo 3, donde el Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes consagrados en esta Constitución. La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines. Todo este esbozo teorético hoy en Venezuela forma parte de un cuento de Ada, una imaginación similar a esas películas wolibudenses donde los protagonista son felices para siempre, porque la verdad sea dicha, la Bicha de la 5ta república se la han pasado por el forro, sobre manera toda aquella articulación referida a que nos da el concepto de una Republica y Estado federal descentralizado en los términos consagrados en esta Constitución, que se rige por los principios de integridad territorial, cooperación, solidaridad, concurrencia y corresponsabilidad, con lo cual se persigue el fin de organizar políticamente, el territorio nacional que se divide en el de los Estados, Distrito Capital, las dependencias federales y los territorhaios federales. El territorio se organiza en Municipios, y que corresponde al 4 y 16 Articulo Constitucional; y ahora son interpretados de acuerdo a los intereses gregarios de una cúpula sesgada del PSUV, quienes dicen defender la constitución; hasta se dan el tupè de decir: “Dentro de la constitución todo, fuera de la constitución nada”. Saque usted sus propias conclusiones, quienes renuncian la patria y vende la soberanía.

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