miércoles, 4 de mayo de 2011

          VENEZUELA  EN  EL  MUNDO
                                                                               Por Luis Carvajal

 Mucho antes de la aparición del petróleo en Venezuela, las relaciones diplomática de esta nación eran de notable importancia en el concierto internacional, entre otras razones por contar con una ubicación geográfica  de vital interés en el continente americano, lo que permitió una significación geopolítica antes, durante y después de la colonia. Nuestro país lideró el comercio internacional en diferentes actividades económicas como la cacaotera y cafetera a comienzo del  Siglo XVIII, así como la trata de blanca, siendo este último intercambio el más relevante para la fortificación del elemento de seguridad estratégica y militar de la región. Venezuela se apuntaló como una de las economías emergentes de mayor atractivo frente al viejo continente europeo, incluso con relación a los países miembros de la región americana.
      Desde entonces nuestro país participa y hace vida activa en distintas organizaciones internacionales, en el ámbito regional, continental y mundial, como la ONU. Transita una revisión general de la política exterior en los distintos gobiernos,  permaneciendo dentro del sistema democrático. La política exterior buscó siempre obtener condiciones idóneas en las relaciones internacionales.  En el desarrollo de la escena mundial ha estado fuertemente determinado por la condición de ser una Nación productora de Petróleo; la necesidad de obtener beneficios económicos con la actividad petrolera  la ha llevado a participar y realizar acuerdos multilaterales y bilaterales en organismos como la OPEP, así como a establecer relaciones económicas especiales con algunos países.
Venezuela ha hecho vida activa dentro de diversos organismos internacionales, como la ONU, OEA, Grupo Andino, SÉLA, CEPAL, entre otros. En todos ellos  ha promovido siempre la defensa de los valores democráticos y el respeto a la autodeterminación de los pueblos.

La integración Latinoamericana ha constituido uno de los objetivos centrales de la política exterior venezolana; de hecho, tanto en la constitución de 1896 como en la de 1999, se establece como el objetivo prioritario del estado venezolano. La relación de Venezuela con los Estados Unidos ha sido una de las preocupaciones fundamentales en la política exterior desde el Gobierno de Betancourt y hasta el día de hoy. Este país es el primer socio comercial de Venezuela, punto de origen de casi todas las importaciones y principal destino de los productos comerciales venezolanos. En todo momento Venezuela ha mantenido una postura pacífica ante la comunidad internacional, sin verse envuelta nunca en conflictos armados internacionales.
En ese sentido vale la pena mencionar que Venezuela ha participado en distintas partes de América en misiones de Paz y de Ayuda Humanitaria, en casos de Guerras ó desastres naturales. Venezuela ha ratificado la inmensa mayoría de los convenios  tratados y convenios internacionales tratados en materia ambiental, de desarme y no proliferación de Armas, de ayuda y cooperación económica, así como en materia de derechos Humanos y respeto a la propiedad. En la actualidad el gobierno venezolano bajo la presidencia de Hugo Chávez, ha dado paso a nuevas aperturas de negociaciones con países no tradicionales en su comercio como son  India, China, países Árabes para mencionar algunos. Ello ha conllevado a firmar nuevos tratados que garanticen a la Nación una mejor dinámica de comercio entre estos países; con lo cual se le ha dado oportunidad a las empresas que ofertan nuevos productos. Desde luego, estos tratados requieren de un análisis de su alcance, repercusiones, ventajas que beneficien seriamente a las partes interesadas.
 Las finalidades que persiguen los Estados cuando conciertan tratados son ilimitadas en la práctica. Incluyen la adquisición de territorio extranjero, la cesión de territorio propio, la delimitación y rectificación de fronteras, la promesa de ayuda recíproca, la garantía de inversiones exteriores, la extradición de personas acusadas por algún delito o condenadas por ello y otros numerosos supuestos.
Los tratados pueden ser bilaterales, pero también multilaterales, como sucede con las convenciones de Derecho del mar, la de los derechos humanos o las que regulan los privilegios e inmunidades diplomáticas, en esa orientación hoy la diplomacia venezolana ha avanzado muchísimo, toda vez que ha marcado pauta, creando escenarios propios y naturales de su región, como es el caso de La Alianza de los Países de la Américas, (ALBA), que independiente de matiz ideológico circunstancial análoga una respuesta necesaria, que los No Alineado habían planteado frente al mundo Bipolar y Unipolar, establecidos antes y después de la guerra fría; lo que condujo en relaciones asimétricas, respectos a los tratados de comercios y tecnologías, que hoy conforman una agenda de desencuentro en el concierto mundial de la relaciones.

VENEZUELA EN EL MUNDO


          VENEZUELA  EN  EL  MUNDO
                                                                                       Por Luis Carvajal

 Mucho antes de la aparición del petróleo en Venezuela, las relaciones diplomática de esta nación eran de notable importancia en el concierto internacional, entre otras razones por contar con una ubicación geográfica  de vital interés en el continente americano, lo que permitió una significación geopolítica antes, durante y después de la colonia. Nuestro país lideró el comercio internacional en diferentes actividades económicas como la cacaotera y cafetera a comienzo del  Siglo XVIII, así como la trata de blanca, siendo este último intercambio el más relevante para la fortificación del elemento de seguridad estratégica y militar de la región. Venezuela se apuntaló como una de las economías emergentes de mayor atractivo frente al viejo continente europeo, incluso con relación a los países miembros de la región americana.
      Desde entonces nuestro país participa y hace vida activa en distintas organizaciones internacionales, en el ámbito regional, continental y mundial, como la ONU. Transita una revisión general de la política exterior en los distintos gobiernos,  permaneciendo dentro del sistema democrático. La política exterior buscó siempre obtener condiciones idóneas en las relaciones internacionales.  En el desarrollo de la escena mundial ha estado fuertemente determinado por la condición de ser una Nación productora de Petróleo; la necesidad de obtener beneficios económicos con la actividad petrolera  la ha llevado a participar y realizar acuerdos multilaterales y bilaterales en organismos como la OPEP, así como a establecer relaciones económicas especiales con algunos países.
Venezuela ha hecho vida activa dentro de diversos organismos internacionales, como la ONU, OEA, Grupo Andino, SÉLA, CEPAL, entre otros. En todos ellos  ha promovido siempre la defensa de los valores democráticos y el respeto a la autodeterminación de los pueblos.

La integración Latinoamericana ha constituido uno de los objetivos centrales de la política exterior venezolana; de hecho, tanto en la constitución de 1896 como en la de 1999, se establece como el objetivo prioritario del estado venezolano. La relación de Venezuela con los Estados Unidos ha sido una de las preocupaciones fundamentales en la política exterior desde el Gobierno de Betancourt y hasta el día de hoy. Este país es el primer socio comercial de Venezuela, punto de origen de casi todas las importaciones y principal destino de los productos comerciales venezolanos. En todo momento Venezuela ha mantenido una postura pacífica ante la comunidad internacional, sin verse envuelta nunca en conflictos armados internacionales.
En ese sentido vale la pena mencionar que Venezuela ha participado en distintas partes de América en misiones de Paz y de Ayuda Humanitaria, en casos de Guerras ó desastres naturales. Venezuela ha ratificado la inmensa mayoría de los tratados y convenios internacionales en materia ambiental, de desarme y no proliferación de Armas, de ayuda y cooperación económica, así como en materia de derechos Humanos y respeto a la propiedad. En la actualidad el gobierno venezolano bajo la presidencia de Hugo Chávez, ha dado paso a nuevas aperturas de negociaciones con países no tradicionales en su comercio como son  India, China, países Árabes para mencionar algunos. Ello ha conllevado a firmar nuevos tratados que garanticen a la Nación una mejor dinámica de comercio entre estos países; con lo cual se le ha dado oportunidad a las empresas que ofertan nuevos productos. Desde luego, estos tratados requieren de un análisis de su alcance, repercusiones, ventajas que beneficien seriamente a las partes interesadas.
 Las finalidades que persiguen los Estados cuando conciertan tratados son ilimitadas en la práctica. Incluyen la adquisición de territorio extranjero, la cesión de territorio propio, la delimitación y rectificación de fronteras, la promesa de ayuda recíproca, la garantía de inversiones exteriores, la extradición de personas acusadas por algún delito o condenadas por ello y otros numerosos supuestos.
Los tratados pueden ser bilaterales, pero también multilaterales, como sucede con las convenciones de Derecho del mar, la de los derechos humanos o las que regulan los privilegios e inmunidades diplomáticas, en esa orientación hoy la diplomacia venezolana ha avanzado muchísimo, toda vez que ha marcado pauta, creando escenarios propios y naturales de su región, como es el caso de La Alianza de los Países de la Américas, (ALBA), que independiente de matiz ideológico circunstancial análoga una respuesta necesaria, que los No Alineado habían planteado frente al mundo Bipolar y Unipolar, establecidos antes y después de la guerra fría; lo que condujo en relaciones asimétricas, respectos a los tratados de comercios y tecnologías, que hoy conforman una agenda de desencuentro en el concierto mundial de la relaciones.

VENEZUELA  EN  EL  MUNDO
                                                                                            Por Luis Carvajal
 Mucho antes de la aparición del petróleo en Venezuela, las relaciones diplomática de esta nación eran de notable importancia en el concierto internacional, entre otras razones por contar con una ubicación geográfica  de vital interés en el continente americano, lo que permitió una significación geopolítica antes, durante y después de la colonia. Nuestro país lideró el comercio internacional en diferentes actividades económicas como la cacaotera y cafetera a comienzo del  Siglo XVIII, así como la trata de blanca, siendo este último intercambio el más relevante para la fortificación del elemento de seguridad estratégica y militar de la región. Venezuela se apuntaló como una de las economías emergentes de mayor atractivo frente al viejo continente europeo, incluso con relación a los países miembros de la región americana.
      Desde entonces nuestro país participa y hace vida activa en distintas organizaciones internacionales, en el ámbito regional, continental y mundial, como la ONU. Transita una revisión general de la política exterior en los distintos gobiernos,  permaneciendo dentro del sistema democrático. La política exterior buscó siempre obtener condiciones idóneas en las relaciones internacionales.  En el desarrollo de la escena mundial ha estado fuertemente determinado por la condición de ser una Nación productora de Petróleo; la necesidad de obtener beneficios económicos con la actividad petrolera  la ha llevado a participar y realizar acuerdos multilaterales y bilaterales en organismos como la OPEP, así como a establecer relaciones económicas especiales con algunos países.
Venezuela ha hecho vida activa dentro de diversos organismos internacionales, como la ONU, OEA, Grupo Andino, SÉLA, CEPAL, entre otros. En todos ellos  ha promovido siempre la defensa de los valores democráticos y el respeto a la autodeterminación de los pueblos.

La integración Latinoamericana ha constituido uno de los objetivos centrales de la política exterior venezolana; de hecho, tanto en la constitución de 1896 como en la de 1999, se establece como el objetivo prioritario del estado venezolano. La relación de Venezuela con los Estados Unidos ha sido una de las preocupaciones fundamentales en la política exterior desde el Gobierno de Betancourt y hasta el día de hoy. Este país es el primer socio comercial de Venezuela, punto de origen de casi todas las importaciones y principal destino de los productos comerciales venezolanos. En todo momento Venezuela ha mantenido una postura pacífica ante la comunidad internacional, sin verse envuelta nunca en conflictos armados internacionales.
En ese sentido vale la pena mencionar que Venezuela ha participado en distintas partes de América en misiones de Paz y de Ayuda Humanitaria, en casos de Guerras ó desastres naturales. Venezuela ha ratificado la inmensa mayoría de los tratados y convenios internacionales en materia ambiental, de desarme y no proliferación de Armas, de ayuda y cooperación económica, así como en materia de derechos Humanos y respeto a la propiedad. En la actualidad el gobierno venezolano bajo la presidencia de Hugo Chávez, ha dado paso a nuevas aperturas de negociaciones con países no tradicionales en su comercio como son  India, China, países Árabes para mencionar algunos. Ello ha conllevado a firmar nuevos tratados que garanticen a la Nación una mejor dinámica de comercio entre estos países; con lo cual se le ha dado oportunidad a las empresas que ofertan nuevos productos. Desde luego, estos tratados requieren de un análisis de su alcance, repercusiones, ventajas que beneficien seriamente a las partes interesadas.
 Las finalidades que persiguen los Estados cuando conciertan tratados son ilimitadas en la práctica. Incluyen la adquisición de territorio extranjero, la cesión de territorio propio, la delimitación y rectificación de fronteras, la promesa de ayuda recíproca, la garantía de inversiones exteriores, la extradición de personas acusadas por algún delito o condenadas por ello y otros numerosos supuestos.
Los tratados pueden ser bilaterales, pero también multilaterales, como sucede con las convenciones de Derecho del mar, la de los derechos humanos o las que regulan los privilegios e inmunidades diplomáticas, en esa orientación hoy la diplomacia venezolana ha avanzado muchísimo, toda vez que ha marcado pauta, creando escenarios propios y naturales de su región, como es el caso de La Alianza de los Países de la Américas, (ALBA), que independiente de matiz ideológico circunstancial análoga una respuesta necesaria, que los No Alineado habían planteado frente al mundo Bipolar y Unipolar, establecidos antes y después de la guerra fría; lo que condujo en relaciones asimétricas, respectos a los tratados de comercios y tecnologías, que hoy conforman una agenda de desencuentro en el concierto mundial de la relaciones.

martes, 3 de mayo de 2011

Urimare” la Cacica que ahorcaron en Cumaná.

Conocí a Eleazar en la décadas de los 70, en el edificio de  la extinta Corporación para el Desarrollo de Oriente, Corporiente. Ahí este Carupanero era Presidente de Zoica, una desaparecida institución Municipal, encargada de las operaciones réntales del Municipio Sucre- Cumaná. Aún no era jurisconsulto el Doctor Eleazar Guillén, quien es hoy cronista del archivo histórico de la Ciudad. Sentado frente a él y probando un aromático café cosechado en las faldas de la ciénaga de Turuépano en Paria, le pregunté al rompe, acerca de la veracidad de  la autoría de  Jácome Castellón, como creador del nombre  del pueblo que vio nacer al Abel de América,  Antonio José de Sucre.
Se río con una hilaridad sarcástica y mirándome a los ojos me afirmó, que cuando  murió Fernández de Serpa, en el año 1570 casi toda su gente se fue, pero antes habían bautizado la pequeña ranchería de margariteños amancebados con indias del “Nuevo Pueblo” de “Córdova”, allá en el cerrito de El Dique, con el nombre de Cumaná, “para siempre jamás. Me contó que ese mismo año uno de su lugartenientes se trajo el nombre de Cumaná y se lo puso a un grupo de casas frente al Correo, donde está hoy la “Casa Alarcón”. De allí fue subiendo la ciudad hasta el callejón del hoy, “Alacrán”. Otrora  “callejón de la ahorca”. Me  refirió que al tiempo, después se localizaron las perlas en nuestro golfo y en la isla de Coche. “Eso fue cuando vino el Gobernador Pedro Suárez Coronel entre el 1609 al 1615, en tiempo cuando se comenzó el movimiento Expansionista Español para tomar los valles de tierra adentro con gente “varadas” en Cuba, la Española y Jamaica. Ya Fernández de Serpa había dado las primeras encomiendas y amenazaba con tomar las tierras de la nación Chaima, desde Cocollar hasta el cerro Meapire en Casanay, extensión territorial venida de los ríos Guaviare y Metacaori y el vichada animistas, donde se encontraba su templo, que era la naturaleza con alta moral comunicaría., que reían en el amor; se casaban por amor, lloraban a sus muertos y se cortaban sus cabelleras en señal de luto y en el velorio le cantaban al difunto sus cosas buenas”, me dijo.
   Le indiqué a Eleazar que  si esa historia correspondía a una fabula novelada, similar a las de Herrera Luque, entonces, que me estaba relatando y revelando medias verdades. Lamente luego haberle dicho aquello, pues casi no me da la entrevista. Se levantó abruptamente de la silla y dándole un golpe a la mesa, me increpó con su voz de barítono grave de modo acusante y arrogante. Que quién era yo, para irrespetarlo. “Para eso me invitaste, para qué, para burlarte de mí. Yo soy un hombre serio y más seria es mi investigación, que tuve que viajar varias veces a los archivos de india en España para cotejar en un arqueo bibliográfico de más de dos meses, toda esta fuente, que es vital para desenredar la historia del génesis de estos pueblos” .Me sorprendió.
   Confieso que en ese momento, mientras el historiador descargaba su razonamiento, frente a lo que el consideraba un irrespeto de mi parte, pensé en su hija, cuando practicábamos Yoga en Confraternidad La Ferrier. Es una gran amiga. El sólo recuerdo de Eugenia lo haría regresar a la tertulia, que desde hace meses anduve buscando con este hombre, obstinado de la historia de “Urimare” la Cacica que ahorcaron en Cumaná. Ciertamente fue una desmesura de mi parte. Después se lo reconocí, cuando le llamé la atención: “Esta bien hermano, no es para tanto”. Pregúntale a tu hija, si nosotros no coloreábamos los bohíos, que tu pincelabas, para ilustrar donde Vivian las tribus chaimas”. Se volteo. Ahora tenía una risa agradable, simpática, dándome la mano me hizo la gestual como se coloreaban y se adornaban el cuerpo las indígenas mujeres de ébano. “Siempre limpio con “jabón de parapara”; protegían su dentadura con un negro “chimó”. Sus mujeres adornadas. Eran orquídeas vivientes, con el perfume y colorido de su serranía”.
   El timbre del teléfono molestó aquella narración tan embelesadora que le fluía al cronista, como sí efectivamente, él hubiese sido testigo de aquellos pasajes ignotos. Al levantarse había olvidado las lleves del suiche de su carro. La tomó y me invitó a salir de aquel café. “Vámonos para otro lugar, donde podamos hablar sin interrupciones”. Nos subimos al vehículo y  continúo contándome. “Nuestros ancestros eran de estirpe inteligente. Se fusionaron en una sola etnia “Kariña”. Crearon su propia lengua, la Chotomaymur, hablada desde la Península de Paria hasta los valles de Caracas, antiguo Estado Bolívar, hoy Estado Miranda; manejada por el gran cacique don Francisco Fajardo, residente en Cumaná, después que expulsaron a su papá por mala conducta y mucho uso del Carey de Margarita”.
     Ahora más tranquilo el papá de mi amiga, el señor de la historia, con una mano sobre el volante de su Corola, me invita hacia avenida Arístides Rojas, conocida como la Perimetral. “Quiero que le veas el rostro a un indígena, a un alma alegórica a la fundación de nuestra cultura, que se encuentra  erigida en la empinada y abandonada plazoleta, ubicada frente a nuestro Golfo de Cariaco”, Desde ahí desde ese histórico sitio, donde incluso dio lugar a un leprocomio  en el año 1820, fui testigo  de la senitud de la luz que nos quemaba y de la pasión que le imprimía el investigador a su narración. “Quiero que sepas que a nosotros nos conquistaron unos bichos españoles con lanzas en formas de cruz, que en nombre de un Dios, mancillaron y falsearon nuestro amor con sangre y matanzas. Por eso ellos, _señalando a la imagen con el brazo estirado _ gritaron; pidieron ayuda a sus vecinos de Anzoátegui, a los Chotos: Coares, los Topocoares, los Cumanagotos, quienes  sonaron las guaruras y se levantaron los humos, apotoyechun. Clamaron a su Dios, Chotocopiar, “el primer ser”, para derrotar al diablo Español, Yoriquían, asesino de niños y mujeres. Provenidos con sus malditos eclipses”.
   El hombre se mostró poseído, como quien entra en un trance, casi que personifica en aquel escenario resplandeciente del mediodía, en medio de mal hedor a berrinche de templete. Me sentí incómodo, extraño. No era precisamente un teatro de exquisita trama la que nos brindaba el espacio, más sin embargo, ponderé que el Doctor asumía aquello con una nota de resentimiento ancestral, como si estuviera acudiendo a un cuento de reciente data. Llegue a pensar que tenía un toque de demencia, pero no, estaba tratando de convencerme de algo, de lo cual estoy requeconvencido desde hace  muchísimo tiempo, de la ignominia  perpetrada por hombres como Jácome Castiglinis, que junto a Gonzalo de Ocampo, Juan Garcés y Francisco Castillo  entre 1515 al 1523, masacraron el excelso espíritu de esta diversidad étnica de vasta cultura celestial.
   A partir de ese instante la conversación y el sentido de la entrevista tomaron otro humor y entró en otro ambiente. Por un momento me alejé de él y de aquellas dos figuras monumentales. Caminé hacia un lado; y mirando hacia Manicuare, como quien atraviesa con la visual los cinco kilómetros que separan o hacen la había entre la Península  de Araya y  la tierra firme de nuestra Capital, con el propósito de reflexionar sobre la entrevista. Pude en fracciones de segundos, quizás dos, tres, registrar una transición emocional, que me condujo a remembrar una reciente lectura realizada en un articulo de “el Nacional” firmado por Alberto Quirós  Carradi, cuando refiere sobre la “capacidad que tenemos los seres humanos para focalizar la atención de la mente en el presente en un objeto, sensación o experiencia”, esas palabras me fortalecieron, más, sin embargo, miré el relox. Ya el ecuador de mi tiempo se había traspasado. Se hacía tarde para el programa de Radio, y tenía que cumplir con los compromisos de los clientes.
 “Mi hermano dime por fin, cómo y cuándo ahorcaron a la Cacica “Urimare”. Rompió en llanto; entre sollozos, gesticuló su voz entrecortada. “Fue una tarde,  es decir, conopoyechun-arauric, que cubría la cueva del  Guácharo o Cacacheutayar. Una tarde con olor a perfume de la orquídea negra o de Zacrón, que impregnaba el ambiente cuando apareció “Urimare”, conocida como la cacica Calibí, de sangre Chaima, iluminada por las estrellas. Era una mujer bella de arriba abajo, de pícaros ojos, de largas manos,  de unos pechos erectos y esculpidos de ébanos; cabellos a la cintura como saludando el viento  al pecheche, al murmullo del río o el iguar de la serranía de la Cueva del Guácharo”. Estaba entregado en su relato en el preciso momento que una parejita  amancebada  de liceístas irrumpió en el solaz de plazoleta.
Aquella irrupción también valió la pena, porque me sentía como sentado observando un gran espectáculo, que a fin de cuenta lo era. Porque Eleazar resultó ser un Preforman. Bajamos, y en interior del vehículo mientras conducía me alucino con toda aquella novela exótica de de su narrativa. Me lo imaginé como uno más de los siervos de “Urimare”, expectante, mirándola danzar a la luz de luna o la yuna, pintada, pintada de achote, con orquídeas en su cabellera y poseída por su Dios, Dios  que no la libró del celaje de la noche, ni del comisionado alférez Durán, que a pesar de aquella convocatoria ancestral de tribus venidas de todas partes no pudieron abortar el rapto del que fue objeto la Diosa de las mil leyendas, la reina pariana, que viajó enrollada como una piedra por los “caminos del silencio” ,  desde la cueva del Guácharo, pasando por los pasajes chamanes hasta el callejón de la “horca”, hoy callejón “Alacrán”, donde fue guindada.



Bibliografía:
Archivos del Museo del Cronista Histórico de Cumaná
Datos de los archivos de Indias de la Real Audiencia que reposan en
Santo Domingo
Pagina “Crónicas para el Pueblo”, Dr. Eleazar Guillen



VENEZUELA  EN  EL  MUNDO
                                                                                            Por Luis Carvajal
 Mucho antes de la aparición del petróleo en Venezuela, las relaciones diplomática de esta nación eran de notable importancia en el concierto internacional, entre otras razones por contar con una ubicación geográfica  de vital interés en el continente americano, lo que permitió una significación geopolítica antes, durante y después de la colonia. Nuestro país lideró el comercio internacional en diferentes actividades económicas como la cacaotera y cafetera a comienzo del  Siglo XVIII, así como la trata de blanca, siendo este último intercambio el más relevante para la fortificación del elemento de seguridad estratégica y militar de la región. Venezuela se apuntaló como una de las economías emergentes de mayor atractivo frente al viejo continente europeo, incluso con relación a los países miembros de la región americana.
      Desde entonces nuestro país participa y hace vida activa en distintas organizaciones internacionales, en el ámbito regional, continental y mundial, como la ONU. Transita una revisión general de la política exterior en los distintos gobiernos,  permaneciendo dentro del sistema democrático. La política exterior buscó siempre obtener condiciones idóneas en las relaciones internacionales.  En el desarrollo de la escena mundial ha estado fuertemente determinado por la condición de ser una Nación productora de Petróleo; la necesidad de obtener beneficios económicos con la actividad petrolera  la ha llevado a participar y realizar acuerdos multilaterales y bilaterales en organismos como la OPEP, así como a establecer relaciones económicas especiales con algunos países.
Venezuela ha hecho vida activa dentro de diversos organismos internacionales, como la ONU, OEA, Grupo Andino, SÉLA, CEPAL, entre otros. En todos ellos  ha promovido siempre la defensa de los valores democráticos y el respeto a la autodeterminación de los pueblos.

La integración Latinoamericana ha constituido uno de los objetivos centrales de la política exterior venezolana; de hecho, tanto en la constitución de 1896 como en la de 1999, se establece como el objetivo prioritario del estado venezolano. La relación de Venezuela con los Estados Unidos ha sido una de las preocupaciones fundamentales en la política exterior desde el Gobierno de Betancourt y hasta el día de hoy. Este país es el primer socio comercial de Venezuela, punto de origen de casi todas las importaciones y principal destino de los productos comerciales venezolanos. En todo momento Venezuela ha mantenido una postura pacífica ante la comunidad internacional, sin verse envuelta nunca en conflictos armados internacionales.
En ese sentido vale la pena mencionar que Venezuela ha participado en distintas partes de América en misiones de Paz y de Ayuda Humanitaria, en casos de Guerras ó desastres naturales. Venezuela ha ratificado la inmensa mayoría de los tratados y convenios internacionales en materia ambiental, de desarme y no proliferación de Armas, de ayuda y cooperación económica, así como en materia de derechos Humanos y respeto a la propiedad. En la actualidad el gobierno venezolano bajo la presidencia de Hugo Chávez, ha dado paso a nuevas aperturas de negociaciones con países no tradicionales en su comercio como son  India, China, países Árabes para mencionar algunos. Ello ha conllevado a firmar nuevos tratados que garanticen a la Nación una mejor dinámica de comercio entre estos países; con lo cual se le ha dado oportunidad a las empresas que ofertan nuevos productos. Desde luego, estos tratados requieren de un análisis de su alcance, repercusiones, ventajas que beneficien seriamente a las partes interesadas.
 Las finalidades que persiguen los Estados cuando conciertan tratados son ilimitadas en la práctica. Incluyen la adquisición de territorio extranjero, la cesión de territorio propio, la delimitación y rectificación de fronteras, la promesa de ayuda recíproca, la garantía de inversiones exteriores, la extradición de personas acusadas por algún delito o condenadas por ello y otros numerosos supuestos.
Los tratados pueden ser bilaterales, pero también multilaterales, como sucede con las convenciones de Derecho del mar, la de los derechos humanos o las que regulan los privilegios e inmunidades diplomáticas, en esa orientación hoy la diplomacia venezolana ha avanzado muchísimo, toda vez que ha marcado pauta, creando escenarios propios y naturales de su región, como es el caso de La Alianza de los Países de la Américas, (ALBA), que independiente de matiz ideológico circunstancial análoga una respuesta necesaria, que los No Alineado habían planteado frente al mundo Bipolar y Unipolar, establecidos antes y después de la guerra fría; lo que condujo en relaciones asimétricas, respectos a los tratados de comercios y tecnologías, que hoy conforman una agenda de desencuentro en el concierto mundial de la relaciones.