domingo, 18 de marzo de 2012

“Los periodistas corremos al filo de la navaja…”



   * María Iguarán reportera de suceso del diario Región



   Por: Luis Carvajal Chacón  @luiscarvajaltv

  Pasante Comunicación Social-UNICA.                                                                               

   María Iguarán, la periodista de suceso del Diario Región del Estado Sucre, sentencia: que la información no debe ser vendida ni cambiada, porque ella pertenece a la comunidad. Ahí está lo ético y responsable con una sociedad que exige la verdad como un derecho que pertenece al espíritu democrático, que tiene que ser defendido por el Estado.

   Afirma la joven profesional de la comunicación social que como miembros activos de la sociedad de la información, en la actualidad los periodistas pertenecen a una élite de privilegios, pero igualmente, corren en el filo de navaja, del temerario mundo del desafío.

      Después de una larga espera de tres horas y media; y tres  llamadas para constatar  su arribo  a la emergencia o a la morgue del hospital central de Cumaná: Antonio Patricio de Alcalá, tiempo suficiente que me permitió tomar unas gráficas, videos y entrevistar a cerca del inapropiado vertedero de basura frente al cementerio de la ciudad, finalmente me encontré con aquella  pequeña mujercita de compleción y estampa  indígena, María Iguarán, periodista de sucesos del Diario Región del estado Sucre, con quien dos días antes habíamos convenido la cita indicada para grabar una entrevista sobre el tema del Comunicador Social en su Ejercicio. María de 24 años de edad, egresada hace exactamente en el mes de octubre del año 2008 de la Universidad del Zulia (Luz), estaba, como de rutina, tomando notas de los reportes policiales de los últimos heridos y muertos ingresados por lesiones y enfrentamientos al nosocomio cumanés, que para ese momento, (26/02/2012), totalizaba una estadística de 40 cadáveres  en lo iba del mes, casi todos por ajustes de cuentas entre bandas delincuenciales.

    Iguarán estaba en compañía de un viejo pero joven amigo reportero gráfico, Martín Coronado. Me dirige hacia la comunicadora saludándola  con afecto. Me refirió que era necesario realizar la entrevista en su oficina, hacia donde nos dirigimos. Ya en el recinto del rotativo le pregunté sobre su papel  o rol como comunicadora en ejercicio. Me respondió: “Siempre he sido respetuosa de mi trabajo. Recientemente estuve cubriendo un conflicto en la UDO, Universidad de Oriente en el núcleo de Sucre, donde recibí e inhalé descargas de gases lacrimógenos lanzados por los cuerpos de seguridad del Estado, que trataban de disuadir a los estudiantes que lanzaban piedras y protestaban frente a esta casa de estudio. A pesar de la afección que sentíamos el camarógrafo y yo, entendí en ese preciso instante, que el rol que cumplimos los comunicadores, es con una sociedad, que espera de nosotros el reporte más genuino y exacto de lo que acontece. Supe trascender la dificultad para estregarme a mi ejerció profesional”  

   ¿Qué te motiva a mantenerse en ese trabajo tan riesgoso?

   -. “Es evidente que como miembros activos de la sociedad de la información, pertenecemos a una élite de privilegios, pero igualmente, corremos en el filo de navaja, del temerario mundo del desafío, aunque también puede ser una manera de ahogarnos en el mar de datos y mensajes que nos circunda y se ensancha constantemente. Tu pregunta me lleva a pesar de igual manera, si tuviese al frente a los recientemente fallecidos reporteros de guerra, Marie Colvin (Norteamérica) y el reportero grafico, Rémi Ochlik, de nacionalidad francesa, como consecuencia de un bombardeo ordenado por el ejército del gobierno Sirio. Les preguntaría por qué no abandonaron ese lugar, donde se vive una cruenta guerra civil; donde además son perseguidos los periodistas y reporteros occidentales. Seguro que la respuesta hubiese sido la misma, por la pasión a informar que llevamos, quienes nos casamos con esta profesión”

   ¿Qué les pudieras decir a los futuros profesionales de la comunicación en relación a la ética periodística?

   “Que nunca, por sobre todas las cosas, pueden vender su información. No la puedes cambiar, porque ella no nos pertenece, es de la comunidad: Esa que te vio nacer, crecer, y que en algún día  reconocerá y valorará tu trabajo, ese  es el mejor precio que tenemos, a pesar de estar entredicho. Ahí está lo ético y responsable hacia una sociedad, que exige la verdad como un derecho que pertenece al espirito democrático, que tiene que ser defendido por el Estado”

   Mientras se realizaba la entrevista sonó el timbre del celular de María. Era el funcionario que le había entregado el reporte policial en el centro dispensador de salud. Hablaba dulzonamente: _. “No te preocupes. Repícame cuando llegue el otro muerto; y así  aprovecho de entregarte el bolígrafo. Me lo traje por olvido”. Le pregunté cómo era su relación con las fuentes; y me dijo tajantemente: “hay que estar bien con Dios y con el diablo. Saber mantener esa relación es uno de los  códigos para saber y poder vivir en esta profesión, siempre y cuando, se mantenga la veracidad  de lo que  afirmas”.

   Luego me confesó: _.  “Estos días  me tocó estar tras el sonado caso de los estudiantes que asesinaron en “Cantarrana”, poblado de la Parroquia Santa Inés del Municipio Sucre, cuya capital es Cumaná. Tuve la oportunidad de estar en el lugar donde se ejecutó la acción. Ahí mismo, en aquel barrio, unos vecinos o lugareños me aseguraron que los jóvenes habían sido muertos por manos de policías, dependientes del ejecutivo estadal, quienes confundieron a los occisos con delincuentes. Después que escribí la nota sentí temor por mi bebe de apenas tiene un año de nacido. No quiero dejarlo solo, tan pequeñito. Pero igual se público. El resultado unos cuantos funcionarios privados de libertad por el mencionado caso. Eh ahí, cuando uno piensa que vale la pena asumir el compromiso de esta profesión, a pesar de lo empinado de la justicia en estos tiempos en nuestro país”.

   Después de concluida la  entrevista, los saludos y gracias de rigor, una vez fuera de las instalaciones del periódico, inicié una reflexión sobre el papel y el rol del comunicador social en nuestro golpeado país. Sobre  manera, pensaba a cerca del futuro de nuestra profesión, donde cada día realizamos una  encomiable la labor, pero al mismo tiempo tan desprotegida, no solo de un Estado, sino, de quienes asumen la actividad de la comunicación como un negocio privado también.
                         Foto: Lcda. María Iguarán, reportera de suceso del Diario Región.

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