domingo, 5 de octubre de 2014

Venezuela en Ruinas

Luis Carvajal CNP: 21.184 @luis5carvajal En la Venezuela que hoy vivimos el hecho comunicacional se ha tergiversado por quienes prevalido desde el “poder” han pretendido omitir interesadamente la visión ética y moral que contiene el acto sagrado de llevar el verbo de la certidumbre. Han convertido a la “comunicación”, en un sujeto para la o criminalización de la palabra, a través de los órganos del estado, utilizándolos para coaccionar a quienes por una u otra razón de carácter ideológico, cultural, político o religioso, se diferencian a la hora de practicar un valor inherente a la expresión humana: el libre albedrío del pensamiento. Se ha acudido al recurso que utilizó Hittler y Joseph Goebbels, ministro de propaganda nazi: la teoría de los efectos de los medios de comunicación de masas o teoría de la espiral del silencio, a partir de la construcción de la realidad social por parte de los medios de masas, que asumen analizar los efectos psicosociales de dicha teoría, principalmente generar el miedo, el aislamiento, la judicialización de la percepción del clima de opinión , amordazar la voluntad de expresar opiniones en público, denominada por Noelle-Neumann, , como el sentido cuasi-estadístico, donde se observa, qué la relación gradual que guardan sus opiniones con los del espacio público, alientan, para al mayoritario o cohibiciones, si detectan que pueden formar parte de las minorías. Donde la tendencia de la “Espiral del Silencio”, es la enmudecer a quienes prestan o tienen posiciones diferentes a las mayorías, parar en seco, cuando se encuentra con el “núcleo duro”, a aquellos individuos que, aunque pocos, se reafirman en sus posiciones y opiniones; y no cesan en el empeño, para que su voz sea escuchada. La perspectiva del “núcleo duro” gana adeptos, puesto que las opiniones mayoritarias, acomodadas en el número, no encuentran tesis para defender sus dictámenes, que al ser poco objetados, se han dejado llevar por la masa. Se utiliza al Estado como inversor en los medios de comunicación, es así, como ayer, análogamente, se compran y adquieren cadenas de noticias, a través de testaferros abyectos al proyecto ideológico del gobierno, bajo la égida complaciente de un “Poder Público o Moral Republicano”, como le dicen ahora, blindando sus aspectos jurídicos para amordazar a quienes son disidentes de los principios de dictaduras atroces conocidas en la historia de la humanidad: el pensamiento único de la ideas, fundamento Goebbeliano, que silenció la conciencia euderopea por casi medio siglo, y donde desaparecieron más de 40 millones de seres humanos. Las ruinas que es el país hoy, es similar a la Alemania del Tercer Ring, la peor que ha padecido la nación en más de medio siglo. Las condiciones económicas tienden a caotizarse. Para nadie es un secreto que la mitad de la población ahorrativamente trabaja en parcelas informales, número puede progresar en la misma mesura que desaparece el sector formal: guión que activa un inútil estado; y que sojuzga el 20% de la plaza frugalmente activa; que contiene cerca del 33% de la población económica del sector formal; de manera que el sector público, aún le falta por engordar sus alforjas utilizando, como la corruptela, desconcierta que distorsiona el ocupación estatal. Los indicadores del desempleo en el sector informal de la economía, oficializa la disyuntiva de consolidar golondrinos capitales de los carteles; da beligerancia a la delincuencia organizada. Las ciudades pueden hundirse más en la basura, el deterioro de los servicios públicos, del sector energético y de la infraestructura básica, que compromete el futuro del país, ahora se suma el desabastecimiento de los productos de la dieta básica, aunado a los índices inflacionarios y la crisis que languidece al sector salud; conduce a población a una inevitable colisión hacia la ruina social; lamentablemente es inobservable por quienes dicen gobernar. Pareciera que perdieron plenamente la consciencia, sobre todo de no visualizar las condiciones que puedan cambiar el rumbo. Las consecuencias en conocimientos de inflación y de escasez de la actualidad, está articulado a un Estado irrespetuoso del derecho a la propiedad y en consecuencia, no hay economía que funcione. El Gobierno tiene que percatarse que el modelo estatista es corrompido, no permite salir a los venezolanos adelante y si sigue insistiendo en un Estado entrometido, que no cumple responsabilidades con racionalidad; seguiremos viviendo por el difícil camino de ineptitud que produce efectos concretos como la escasez y la inflación.

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